Cimarrón Uruguayo, de asalvajado a nuestro hogar

Registro Oficial Canino

Cimarrón Uruguayo, de asalvajado a nuestro hogar

21 junio 2021 Noticias 0
Cimarrón Uruguayo

El Cimarrón Uruguayo, es descendiente del Alano Español y traídos principalmente por los españoles que se encontraban colonizando las Américas y que, por variados motivos eran dejados a su suerte, adaptándose así a un estado salvaje.

Historia del Cimarrón Uruguayo

Por la preponderante actividad ganadera de estas tierras y la consecuente abundancia de alimento sin gran competencia con otros depredadores naturales, el Cimarrón Uruguayo se reprodujo en gran número convirtiéndose, según documentos históricos,  en una verdadera plaga y azote para los habitantes de la campaña y la ganadería.

Un sacerdote jesuita, el padre Gervasoni, en un viaje a las misiones del alto Uruguay y Paraná, en sus cartas Annuas, escritas en 1730 no puede ocultar su asombro y expresa: “No he visto en país alguno, perros en tan gran número”.

El padre Cattano, otro jesuita que lo acompañó en ese viaje, luego de describir las terribles matanzas de vacunos en la famosa vaquería, agrega: “Mejor sería hacer esos estragos entre los perros Cimarrones los cuales se han multiplicado también, de modo que en todas las campañas circunvecinas los hay y viven en cuevas subterráneas que cavan ellos mismos, y cuya embocadura parece un cementerio por la cantidad de huesos que la rodean; y quiera el cielo que, faltándoles la cantidad de carne que encuentran ahora en los campos, irritados por el hambre, no acaben por asaltar a los hombres”.

Ante este peligro percibido por parte de los pobladores, el Cabildo ordena el combate y exterminio de los Cimarrones en toda la campaña, dictándose bandos y organizándose partidas para este fin.

A pesar de estas matanzas anteriormente mencionadas, un buen número de madres con su prole ganaron los montes del Olimar y sobre todo en la sierra de Otazo y en los Cerros Largos, en lo que actualmente se conoce como los Departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres, donde numerosos hacendados y terratenientes de ese lugar, aprovecharon las virtudes de esta raza para el trabajo con ganado y defensa de su propiedad, comenzando a criarlo, preservarlo del mestizaje y, por ende, la extinción de la raza como tal.

Los rastros modernos de la raza comienzan a hacerse más públicos a comienzos de la década de 1980, cuando numerosos criadores de Montevideo, atraídos por las notables características de algunos ejemplares, comienzan a desarrollar su crianza y estandarización.

Es en 1989 cuando este trabajo comienza a rendir sus frutos, al ser el Cimarrón Uruguayo reconocido oficialmente por la Asociación Rural del Uruguay (A.R.U.), veinte años después de la primera exposición de un ejemplar de esta raza.

Desde su estandarización, esta raza ha despertado un creciente interés tanto dentro del Uruguay como fuera de fronteras, habiendo ejemplares de este perro en diversos países de América, desde Estados Unidos a Argentina.

Es por esta tradición que esta raza es actualmente símbolo y mascota del Ejército Nacional del Uruguay, teniendo un lugar preferente en los desfiles militares anuales del 18 de julio. En esta ocasión, un soldado del Batallón de Blandengues (la compañía que en su momento supo liderar el mismo Artigas) encabeza el desfile cabalgando y llevando por la brida a un corcel moro sin jinete, junto al cual va un perro Cimarrón Uruguayo.

Cimarrón es un vocablo que se aplicó en América, originariamente en la isla La Española a todo lo que habiendo sido doméstico o civilizado se volvía al estado salvaje o silvestre, haciéndose referencia en este caso a su refugio en las cimas, en realidad en los montes y valles escondidos de las sierras; con lo cual cimarrón sería «el que vive en las cimas o se oculta en ellas».

Fruto de las adaptaciones a las condiciones naturales en las distintas regiones de América en donde los Cimarrones lograron sobrevivir, se fueron produciendo en estado silvestre algunas variedades locales de estos cánidos, las que causaban daños al atacar el ganado doméstico, por lo que solían ser combatidos por los colonos. En su mayor parte, estos tipos locales fueron exterminados a fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.

Su multiplicidad de origen ha sido motivo de controversias para su reconocimiento como raza; haciendo que solo la variante «Cimarrón Uruguayo» sea reconocida como una raza «pura» desde 1989.

cabeza de cachoor de Cimarrón Uruguayo

Características del Cimarrón Uruguayo

El Cimarrón Uruguayo es un perro molosoide de tamaño mediano a grande, dependiendo del ejemplar en particular.

Al igual que muchas otras razas que no solo han surgido por selección natural, su aspecto comúnmente varía dentro del estándar de la raza; generando así sus colores en el pelaje pueden ir desde el atigrado, a manchas, y hasta el también albino en ciertos casos (color crema o bayo).

Con respecto a su altura, considerando del piso a la cruz, los machos presentan un promedio de 58 a 61 cm, mientras que las hembras presentan dicho promedio de 55 a 58 cm.

Refiriéndonos al peso, los machos presentan un promedio de 38 a 45 Kg, mientras que las hembras de 33 a 40 Kg.

El pelaje resulta corto, liso y bien pegado al cuerpo. Presenta además una capa de subpelo. Los ojos resultan de tamaño mediano y forma almendrada, comprendiendo cualquier tonalidad de marrón en su color.

Tradicionalmente las orejas han sido amputadas, práctica prohibida por el Kennel Club Argentino, en todo el territorio nacional.

En cuanto a la depresión naso-frontal (stop), la misma resulta moderada y, en su mayoría e independientemente del color del manto, presentan un hocico negro.

Hoy en día los atributos de carácter de esta raza denominada en Uruguay cimarrón la hacen cada vez más popular en Uruguay y la región, siendo empleada como perro de compañía, guardia y caza, en especial la del jabalí.

El Cimarrón Uruguayo es un perro de temperamento equilibrado, muy sociable si ha sido correctamente habituado al contacto con los demás, pero sobre todo y ante todo destaca por su gran seguridad y valentía.

Es un perro tenaz que no se rinde nunca, no para hasta conseguir sus objetivos, lo que a veces hace difícil el trato con él. Sin lugar a dudas, posee una personalidad muy marcada.

Justamente por esa personalidad marcada es que no es una raza indicada para aquellos que no están acostumbrados a tener este tipo de perros, ya que necesitan de paciencia, constancia, compañía y bastante conocimiento previo de la raza y de la forma de llevarla, a fin de evitar inconvenientes que podrían presentárseles a dueños inexpertos.

Estos peludos, al ser de tan gran tamaño y descender de perros salvajes, suelen adaptarse mejor a espacios grandes y abiertos, aunque hay muchos ejemplares que viven en casas urbanas sin problemas debido a que son correctamente estimulados, como veremos por sobre el final de este artículo.

En cuanto a su relación con los demás, puede presentar respuestas agresivas ante otros perros y animales, pues hay que tener en cuenta que tradicionalmente era un can entrenado como guardián y perro de caza. Frente a esto, se recomienda una socialización temprana y un estricto cuidado de esta arista en particular.

Puede convivir con niños si se entrena adecuadamente, pero se recomienda supervisión a fin de evitar algún accidente producto de su tamaño, peso y gran ímpetu.

Por último, el Cimarrón Uruguayo resulta ser un perro bastante independiente y tozudo, por lo que no destaca por ser dócil ni tendente a ceder a las peticiones. Para lograr una relación basada en el respeto, se debe mantener como dueño una actitud fuerte.

Cimarrón Uruguayo sentado

Salud del Cimarrón Uruguayo

En general, dados los orígenes de la raza, que en principio era completamente salvaje, se trata de un perro con una salud envidiable, capaz de resistir y adaptarse mejor a muchas situaciones que, en otras razas, significarían un problema. Sin embargo, no es inmune a padecer enfermedades.

Algunas de ellas incluyen trastornos como el hipotiroidismo. Algunos síntomas de hipotiroidismo en perros son el cansancio, aumento de peso sin razón aparente, infecciones y adelgazamiento de la piel.

Otras afecciones reseñables son la obesidad, la displasia de codo o cadera y la torsión gástrica.

Una de las exigencias primordiales en cuanto al cuidado de un cimarrón es que se ejercite de forma diaria, con un mínimo de entre 45-60 minutos de actividad física intensa.

Al decir actividad intensa nos referimos a que no le basta con paseos, sino que necesita correr. Además, se recomienda practicar algún deporte como el running o la natación, o bien practicar en circuitos de Agility, lo cual nos ayudará a que nuestro peludo se encuentre en forma y en calma, evitando conductas de destrozo o pelea a causa de la acumulación de energía.

En cuanto a otros cuidados, el Cimarrón Uruguayo no requiere grandes atenciones, basta con proporcionarle una dieta equilibrada y adaptada a sus necesidades nutricionales, una buena hidratación y atención afectiva.

Su pelaje no requiere más que un cepillado regular, al menos un par de veces por semana, para eliminar suciedad y pelo muerto, a la par de que nos ayudará a generar y mantener un vínculo afectivo fuerte con nuestro compañero canino.

Por último…

Antes de salir corriendo a buscar un Cimarrón Uruguayo, ten en cuenta que un perro es para TODA LA VIDA.  El abandono NO es una opción, la decisión debe darse en ámbito familiar y  todos deben ser responsables de su Bienestar.

El Kennel Club Argentino es la única organización que registra Oficialmente los perros de raza en la Argentina. Cuando lleves un perro a tu casa verifica que tenga la documentación Oficial del Kennel Club Argentino, sino es así te aconsejamos para tu tranquilidad desistir de llevar ese perro.

Ayúdanos a combatir la crianza clandestina, siempre adquieran perros en criaderos Oficialmente registrado.

Si todavía no tenés tu Cimarrón Uruguayo registrado y protegido por la ley, puedes hacerlo en el Kennel Club Argentino, contáctanos pinchando aquí.

¿Qué Verificar al llevar un cachorro a casa?

Consejos a la hora de llevar un Cimarrón Uruguayo a tu hogar es importante que tengas en cuenta ciertas cosas como:

  • Buscar un buen criador: Así tendrás la certeza de que el cachorro es sano y excelente ejemplar, bajo el estándar Oficial de su raza. Un buen criador, te dará garantía que procede de padres sanos, sus papeles en regla y el pedigrí del Único Registro Oficial que trabaja con Criadores Éticos. Te proporcionará toda la información que le solicites sobre la procedencia del cachorro.
  • Si no tienes dinero para comprar un cachorro, puedes adoptar un hermoso perro que está deseoso de recibir amor, pero hazlo en un refugio responsable y legalmente constituido.

El cachorro de debe contar con:

´SI POSEES UN Cimarrón Uruguayo O PIENSAS ADOPTAR O COMPRAR UNO, DE SEGURO ESTE DIVERTIDO PERRO ALEGRARÁ TU HOGAR. PERO TIENES QUE CUIDARLO MUY BIEN, Y DEDICARLE MUCHO TIEMPO. ASÍ, VIVIRÁ MUCHO MÁS TIEMPO DE FORMA EXCELENTE Y FELÍZ A TU LADO¨

Dos Cimarrones Uruguayos sentados